Conversaciones Cruciales

A nadie le gusta tener conversaciones difíciles, pero ¿por qué?. Pues porque no se sienten bien. Preferimos no hablar, quedarnos callados o levantar nuestra voz e intentar imponer nuestra visión de las cosas, estas son posturas diametralmente opuestas que aluden a un desequilibrio emocional y no llevan a buenos resultados.

Tendemos a evitarlas pero son muy importantes ya que son las que muchas veces nos bloquean para avanzar.

Dominar una conversación de este tipo es la mejor herramienta que podemos tener para solventar situaciones difíciles y obtener más y mejores resultados cuidando nuestras relaciones en el camino.

¿Estoy en una conversación difícil?

¿Te gustaría dominar estas conversaciones?, perfecto antes tenemos que definir que es una conversación "difícil" y en que se diferencia de una "fácil".

En una conversación de este tipo "las opiniones suelen ser opuestas", la interpretación que hace el otro de la situación suele representar un "obstáculo" para concretar tus objetivos. Por ejemplo una charla con tu jefa por un aumento de sueldo donde por una u otra razón ella no considera que hay merecimiento, una charla con tu pareja para ir a vivir a otra ciudad cuando el o ella quieren quedarse, etc.

Esto nos lleva al segundo punto, en una conversación difícil suelen haber "grandes factores en juego", nos jugamos la relación, nos jugamos una oportunidad muy importante o nada más ni nada menos que nuestra dignidad personal. ¿Por qué factores "en juego"?, por que no estamos en la mente del otro, si bien podemos percibir u observar ciertas conductas "esperables" eso no son más que interpretaciones y no estamos acá para hacer futurología.

Una conversación difícil es "riesgosa" y todo juego tiene sus riesgos. Ganamos, perdemos o "empatamos", me gustaría que por el momento nos quedemos con esta última opción.

El producto de los conceptos anteriores nos lleva a una tercer característica. ¿Qué pasa cuando tenemos un obstáculo enfrente que no depende solo de nosotros?, nos frustramos, nos enojamos, nos da miedo, tal vez hasta un aumento de energía para poder sortearlo, "nuestro mundo emocional se convulsiona y entra en ebullición".

Las emociones se intensifican, ya sea para un lado o para el otro, nos prendemos fuego o nos enfriamos. Una emoción es el "motivo" de una acción, es aquello que nos impulsa a actuar, sin emociones seríamos témpanos de hielo, o tal vez plantas, pero no me quiero meter ahí. Nuestra convulsión emocional nos lleva a "reaccionar" antes que a "responder", y como lo dijo Steven Covey en su libro de los 7 hábitos de las personas altamente efectivas, "Entre estímulo y reacción existe un punto medio, y ese es el de la "libertad interior" donde podemos frenar para utilizar nuestro privilegio humano principal, la "autoconsciencia" y buscar la mejor "respuesta" a la situación que estamos viviendo".

Cuando "reaccionamos" lo que estamos haciendo es otorgando poder a nuestro ambiente para controlarnos, ya no somos nosotros los que gestionamos nuestras emociones, sino el entorno, cosas que están afuera, el clima, un insulto, los gritos, las emociones de los demás, etc. En estos casos recomiendo tener un pensamiento en mente, las emociones del otro, son del otro y su verdad es "su" verdad.

Ahora examinemos un poco la palabra "responsabilidad", la cual es la suma de dos conceptos "responder" y "habilidad". Es la habilidad de elegir, con nuestra libertad personal mediante, la mejor respuesta a una situación determinada. Tu conducta cuando "respondes" es un producto de tu propia elección consciente, se basa en valores y no es producto de los condicionamientos externos. Con esto no quiero decir que reprimas tus emociones, sino que en el momento que surjan aprendas a observarlas, tomes autoconsciencia y recuerdes cuales son tus principios fundamentales para tomar mejores decisiones.

La clave esta en la gestión de tu mundo emocional.

Una vez que definimos que es una conversación difícil, podemos pasar a lo que sigue, la observación y la atención.

Tenemos que aprender a identificar "los indicadores", aquellos detalles que nos dicen que el intercambio se está poniendo "difícil".

Empecemos intentando observar las 3 características que nombramos anteriormente, una emoción intensa se manifiesta siempre en el cuerpo, no quiero entrar en detalles, pero por ejemplo el enojo lleva a tensión, esa tensión puede percibirse tanto corporalmente como en la voz o en los movimientos, el miedo se presenta de variadas formas pero generalmente una persona presa del pánico se paraliza o aleja de la situación, activa su mecanismo de lucha y huida.

Por otro lado, tanto los factores importantes como los objetivos opuestos forman parte del discurso, las palabras y la intensidad que se le ponga a cada una de ellas nos puede dar información de las intensiones de nuestro interlocutor.

La clave es estar atento a la información, cada gesto, los tiempos que se sostienen los silencios o determinadas miradas pueden darnos pautas para empezar a determinar cual es principal "problema" o desafío y adonde tenemos que poner el foco. Todo esto podemos resumirlo en la habilidad más importante para nuestro desarrollo comunicativo, y no es "hablar mejor" como muchos piensan, es "escuchar mejor".

"Lo más importante en la comunicación es escuchar lo que no se dice" - Peter Drucker.

Desde mi propia experiencia, escuchar alude a profundizar, ir mas allá que de lo que se ve y se oye, escuchar entre líneas, percibir, entender que un concepto es un todo divisible en miles de partes y que cada parte cumple una función, pero no me quiero ir de tema, sigamos con lo que nos importa.

Empezando por nosotros

¿Por donde empezamos a comunicarnos?, les doy una noticia, ya empezamos hace rato.

El proceso comunicativo no empieza cuando empezamos a hablar, ni siquiera cuando empezamos a escuchar, empieza en los valores, tanto nuestros como compartidos.

El siguiente paso para tener conversaciones más efectivas es preguntarnos. ¿Qué quiero para este vínculo? y ¿cuáles son los valores que nos unen?.

Muchas veces nos pasa que al calor de estas conversaciones perdemos el foco de la persona que tenemos en frente, no nos enfocamos en "nuestra relación" sino que solamente en nuestros objetivos corriendo un riesgo mucho mas grande que el de perder una oportunidad, es el de perder el vínculo con esa persona.

La pregunta sería en este caso: ¿Qué quiero construir en este vínculo y que no?. Esto no solo sucede en discusiones de pareja, también en relaciones amistosas, de negocio, familiares, perdemos el foco y en el camino también la relación.

¿Cómo logramos hacer esto?. Evitar que nuestras emociones intensas nos dominen y echar todo a perder, suena lindo pero es muy difícil.

Para eso les regalo dos herramientas:

• "Determiná tus valores y principios antes de comunicar lo que sea". El autoconocimiento es el primer paso para entender tus propias motivaciones y ser claro pero por sobre todo para cuidar que es lo que quiero construir con el otro.

• Por otro lado si la conversación se volvió acalorada lo mejor es poner paños fríos, poner un poco de distancia y gestionar lo que se en coaching se llama "conversación para futuras conversaciones", esto es reprogramar la charla para un momento donde ambas personas se encuentren en un estado mas racional y no tan impulsivo.

Vivimos en mundos interpretativos

El siguiente paso de este proceso es el que llamo "aprender a observarnos", esto es ser conscientes de nosotros mismos dentro de la conversación.

En primer lugar les propongo identificar esos "indicadores" de los que les hable antes en uno mismo. ¿Qué emociones estas sintiendo?, ¿qué registro podes hacer de tu cuerpo?, ¿hay algo que el otro esta obstaculizando?, ¿qué quiero para mi y para la relación?, etc.

Luego identificar si existen problemas de "seguridad". Recordá que si el otro "te ataca" es porque se siente inseguro, y vos podes mitigar eso un poco, de esto tengo muchísimo para escribir pero lo vamos a retomar un poco mas adelante.

La clave esta en observarte a vos mismo, mirar tu lenguaje, tus emociones y tu corporalidad.

Esto te va a permitir "responder" antes que "reaccionar". Que hablen tus valores y no tus instintos.

Volvé sobre tus pasos y pregúntate, ¿por que me encuentro en esta situación?, ¿cuál es la "historia" que creo estas emociones?, ¿qué historia me estoy contando?.

Enfócate en no confundir tu historia, es decir tu interpretación de la situación, con los hechos.

Por otro lado, como dice el dicho "para resolver un problema primero hacete parte del problema".

Pararte en una posición de víctima no te va a conducir a buenos resultados. Evitá poner al otro en el papel de villano, cada uno libra sus propias batallas y "reacciona" ante ello como puede. Elegí "responder" siempre.

Generar apertura

Llegó el momento de comenzar a generar seguridad en la conversación. ¿Cómo conseguir que alguien se sienta seguro de hablar con vos?.

Vivimos en mundos interpretativos, esto es, la visión que tengas del problema o situación puede ser diametralmente opuesta a la de tu interlocutor y los dos pueden estar en lo cierto. Cada uno tiene su verdad y esa verdad forma parte de lo que son, con sus experiencias, vivencias e historia personal.

Empezá por validar las emociones y percepciones del otro, hacele saber que lo que siente o piensa es valido, no estas en una conversación para imponer, sino para construir un "fondo común de significados".

Frases como esta pueden ayudar a generar seguridad y por ende apertura en el otro, "entiendo por lo que estas pasando, se que para vos puede ser difícil procesar esta información, tu punto de vista es valido pero yo lo veo de manera diferente, estamos acá para construir algo juntos". La escucha activa te va a dar la información para saber cual es la correcta en cada momento.

El punto es generar apertura en tu interlocutor para que pueda brindarte su verdad desde una posición constructiva y no como mecanismo de defensa. De esta manera, desde la validación, podemos empezar a visualizar puntos en común, relaciones y combinaciones entre nuestras ideas para acercarnos a un punto de "ganar - ganar".

Cuando encontramos algo en "común" sea lo que sea lo que estamos haciendo es aportar a un fondo común de significados, es empezar a "hablar en el mismo idioma". Nuestro vínculo está por delante. Por algo y para algo estamos en una charla y no haciendo todo solos.

Este es el momento de desarrollar tu potencial creativo y pensar "fuera de la caja" algo nuevo va a salir, ¿qué otras conexiones podes hacer?.

Fallas de seguridad

¿Qué hacemos cuando hay una "falla de seguridad"?, intentemos recuperarla con frases que aludan al compromiso, "busco lo mejor para los dos" o a reconocer el propósito que se encuentra detrás de lo que el otro te dice. Hacé preguntas y interesate por su punto de vista.

Permanecé en "fase constructiva", inventá un nuevo propósito en común. El proceso comunicativo es ante todo un proceso creativo.

Otra cosa que podes hacer es proponer una lluvia de ideas o brainstorming,¿qué más se te ocurre?.

Entiendo que puede ser difícil, pero, ¿qué hacemos si hay un malentendido?.

Propongo que uses la herramienta del contraste: Expresá algo así como. "Yo no te quiero imponer mis ideas, lo que quiero es que lleguemos a un punto en común".

Por ultimo acordáte de la "conversación para futuras conversaciones", en mi experiencia personal eso me dio muy buenos resultados. ¿Te parece que hablemos cuando estemos más tranquilos?.

Construcción del discurso

¿Cómo empezamos a hablar?...

Empezá compartiendo "tu propia versión de los hechos", evitá emitir juicios del tipo "vos sos muy intenso y no me dejas hablar" y cámbialo por "cuando intento decirte algo levantas la voz y así no estas dejando que me exprese". En el primer caso "sos muy intenso" alude a un juicio y a un sesgo de generalización, el otro no es intenso, vos lo percibís así. Hablar desde los hechos evita malentendidos. Por otro lado empezá la frases diciendo, "en mi opinión", "yo pienso" o "yo creo", de esta manera pones énfasis en que lo que estas diciendo es tu verdad y no la única verdad que existe, validando al otro en el camino.

Luego de plantear tu punto de vista, consultá por el del otro. Las preguntas en este momento son tus mejores aliadas. Utilizá todo lo que escuchaste y percibiste de la conversación para hacer preguntas que te permitan profundizar en la visión del otro. ¿Para qué me decís esto?, ¿cuál es tu intensión?, ¿cómo te hace sentir?.

Indagar te da información para seguir aportando al "fondo común de significados" y de esa manera lograr encontrar "rutas alternativas" para resolver el conflicto.

¿Cuántas veces te pasó que pensabas que alguien tenía un problema con vos y simplemente tenía un mal día?.

Animá a los demás a que te brinden su opinión y estimulá las opuestas. Escúchalo de verdad, de esta manera aumentas las probabilidades de que te escuchen mejor a vos. Si tu objetivo es aprender en lugar de tener razón, o tomar la mejor decisión en vez de imponer la tuya , estarás dispuesto a escuchar las opiniones de los demás.

Todo muy lindo Valentin, pero, ¿cómo hago cuando los otros explotan o se refugian en el silencio?. En materia de relaciones humanas no hay recetas mágicas, la escucha te va a dar la inteligencia para decidir que hacer en cada caso. Esto suele pasar cuando las personas temen que el dialogo los haga vulnerables y como lo expliqué en otros artículos, las vulnerabilidad no esta muy bien vista por la sociedad. Tu mejor herramienta es recuperar la seguridad, a veces pedir perdón es un buen comienzo. Podemos hacer varias cosas, tomar distancia de la conversación y reanudar el dialogo luego, explicar nuevamente tus intensiones en cuanto a lo que querés y lo que no y si hay abiertas discrepancias intentar encontrar nuevamente puntos en común.

La comunicación como camino creativo

Imaginémonos a la comunicación como un camino, cada uno tiene su camino que lo lleva a actuar o responder de cierta manera, ese camino esta plagado de hechos, hitos importantes, momentos de tensión y relajación, risas, llantos, etc.

La idea de todo esto es que con nuestras preguntas podamos acompañar al otro a "volver sobre sus pasos" y entender de manera fragmentada su discurso para encontrar en ese camino puntos en común.

Por ejemplo: "¿Recordás cuando caminamos por el parque y llegamos a casa, me dijiste que te sentías mucho mejor?, siento que esa actividad nos conectaba porque yo también me sentía así, podríamos salir a caminar mas seguido, tal vez eso nos ayude a mejorar nuestra relación de pareja".

Vos también podes contar tu experiencia como un camino, focalizando en aquellos "hechos" mas importantes. De a poco la conversación los va a llevar a los significados compartidos, que se pueden convertir en ideas y en la construcción de nuevos acuerdos.

Pasamos a la acción, construcción de acuerdos

¿Qué hacemos luego de construir consensos?, pasamos a la acción, y esto es, definimos 4 cosas fundamentales.

• ¿Quién es el responsable de hacer las cosas?.

• ¿Cuál es el rol de cada uno?. ¿Qué vamos a hacer y cuales son los pasos a seguir?.

• ¿Para cuando?.

• ¿Cómo le vamos a dar seguimiento?.

Les comparto algunas herramientas para utilizar en el proceso comunicativo:

• Preguntar: Son el elemento por excelencia para profundizar en el "camino del otro". También para descubrir el nuestro y acercarnos a nuestros valores y principios fundamentales. Con ellas podemos separar hechos de interpretaciones y reducir malentendidos fomentando elementos constructivos.

• Reflejar: Escuchar las expresiones corporales, los tonos de voz, los movimientos y el discurso para encontrar discrepancias. "Decís que no te molesta pero me miras con el seño fruncido...".

• Parafrasear: Repetir con tus palabras lo que escuchaste que dijo el otro sin emitir ningún juicio de valor. "Escucho que me decís tal cosa..." ¿estoy en lo correcto?. Es el elemento por excelencia para el chequeo de la escucha. Procura "que mi escucha sea tu decir".

• Estimular: Ofrecer algo que se acerque a lo que la otra persona piensa o siente para estimular una respuesta. Especial para momentos donde el interlocutor entra en silencios.

• Buscar elementos constructivos: Ya hablamos un poco de esto pero se trata de unir los puntos del camino discursivo de cada uno e intentar encontrar las cosas en común.

Vamos con un ejemplo sencillo:

Yo: ¿Hola como estas hoy? (pregunta de apertura).

Otro: Bien...

Yo: Por tu tono de voz no te noto del todo bien, como que hablaste y bajaste la mirada, ¿paso algo?. (reflejar).

Otro: Que venís a preguntarme vos si no te preocupas por nada.

Yo: "Escucho que pensas que no me preocupo por nada" (Parafraseo). ¿A que te referís con eso?. (parafraseo para chequeo de escucha, separa juicios de interpretaciones).

Otro: Silencio, (mala cara). Mirada hacia el piso.

Yo: La verdad que estoy interesado en resolver esta situación, no quiero discutir. Te quiero mucho. Por eso me gustaría si me contas mas en detalle lo que te pasa. (estimulación de respuesta).

Otro: Mirá, el piso esta todo sucio, los platos, el baño, es un desastre!.

Yo: A mi también me gusta vivir en un lugar limpio, a veces llego tarde de trabajar y no tengo el foco en la limpieza. ¿A quien le gusta vivir en la mugre?. (Exploración en busca de elementos constructivos).

Otro: Yo se que te gusta vivir en un lugar limpio, pero acá el que siempre limpia soy yo por que vos no tenés tiempo para nada.

Yo: ¿Qué se te ocurre que podríamos hacer para solucionar este problema?. (estimular la opinión del otro y hacerlo parte del problema y en consecuencia, de la solución)

Otro: Podemos poner días de limpieza.

Yo: Si querés traigo mi agenda y organizamos algo que nos sirva a los dos. (Construcción y diseño de acciones)

Otros: Gracias, dale hagamos eso.

Este ejemplo es muy sencillo la idea es ser figurativo para que lo relaciones a tus conversaciones difíciles de todos los días.

FIN

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Gracias por leerme, los escucho, tienen mis redes de contacto, pueden usarlas para comentarme que les hizo sentir esta reflexión y por supuesto de que temas les gustaría leer. Cualquier cosa es bienvenida. Sigamos sembrando juntos que algo lindo va a salir...

Un saludo y que tengan un lindo día.

VG - Coach.