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Consciencia Emocional - El Miedo como aliado

Actualizado: 13 may 2022



A la luz de las emociones


Del mismo modo que las luces del tablero de tu auto se encienden e indican un aumento de la temperatura o baja de combustible cada emoción es una luz de color específico que se enciende e indica que existe algo a lo que prestarle atención. El miedo, la ira, la alegría, la culpa, son refinadas señales y cada una alude a un problema o situación especifico.


Las emociones están ahí para avisarte que algo está pasando...


Es fundamental en este caso ser capaz de identificar a que refiere cada una y cual es la creencia que la acompaña.


Las emociones, y el miedo como una de las más frecuentes, orientan nuestra mirada en una dirección especifica. "Las luces en el tablero de mandos se aprovechan en toda su utilidad cuando aprendes que es lo que indica cada una y, en consecuencia, sabes como encaminarte a resolver el problema que registran. Cuando se prende la luz del combustible es normal que tengas que dirigirte a la próxima estación de servicio porque de lo contrario corres el riesgo de quedarte sin nafta y por ende sin movilidad.


Solemos creer que las emociones que nos surgen son el problema, mientras que en realidad estas se convierten en problemas cuando no sabemos que hacer con la información que nos brindan. Es interesante como la literatura y en general las redes sociales nos hacen creer que no tenemos que sentir ciertas emociones, frases del tipo; "tenés que superar el miedo", "la vida esta al otro lado del miedo", "llorando no vas a llegar a ningún lado", entre otras, no hacen más que demonizar y ponerle un énfasis negativo a todas nuestras emociones. ¿Qué pasa si le haces caso a estos mandatos sociales?, corres el riesgo de crear una relación tóxica con tu mundo emocional y por ende con tu propio ser.


El miedo como aliado


Con esta introducción, pasemos a lo importante. hoy quiero hablarles de una emoción que nos trasciende y que forma parte de nuestro día a día. El miedo.


¿Pero que es el miedo? y ¿Cómo hacemos para gestionarlo y que no nos cierre posibilidades?.


El Miedo en ciertas situaciones es una herramienta muy útil. Si estas caminando por un acantilado o por cruzar una calle muy concurrida un poquito de miedo te va a hacer dar unos pasitos para atrás o mirar para ambos lados, de esta manera te puede evitar una caída inminente o que te atropellen. Esto la convierte en una emoción crucial para nuestra supervivencia. Cuando éramos cavernícolas y nos perseguían las bestias no quedaba otra, o corrías o luchabas y así fue durante la mayor parte de nuestra historia como seres humanos. El miedo era funcional ya que nos permitía activar nuestros mecanismos de alerta para que no nos coma un león mientras estábamos durmiendo.


De esta manera cuando sentimos miedo todo nuestro cuerpo se pone en alerta. Esta emoción se gesta en una región del cerebro llamada la amígdala, la cual es una pequeña estructura alojada en el seno del sistema límbico, es decir, nuestro cerebro emocional. Esta área desempeña un papel clave en la búsqueda y detección de señales de peligro. Se podría decir que trabaja como un detector de humo: permanece inactiva hasta que el más mínimo estímulo amenazante la pone en marcha. Si no tuviéramos amígdala, probablemente no sentiríamos miedo.

Esta emoción encuentra su máxima expresión en la región más primitiva del cerebro que se encarga de regular acciones esenciales para la supervivencia como comer y respirar, y a su vez, en el sistema límbico que es el encargado de regular las emociones, la lucha, la huida, la evitación del dolor y en general todas las funciones que aseguren la conservación del ser.


De esta manera produce cambios inmediatos en nuestro cuerpo como por ejemplo: se incrementa el consumo de energía celular, aumenta la presión arterial, los niveles de azúcar en la sangre y la actividad de alerta cerebral. De esta manera, se disminuyen o se detienen las funciones no esenciales, se incrementa la frecuencia cardiaca y la sangre fluye a los músculos mayores especialmente a las extremidades inferiores en preparación para la huida; se inicia una cascada hormonal desde el hipotálamo a la hipófisis y las glándulas suprarrenales, incrementando los niveles de adrenalina, glutamato y cortisol.


Todo nuestro cuerpo se prepara para hacer frente a lo que "percibe" como una amenaza y nos brinda la energía necesaria para hacer dos cosas, o luchar o salir de ahí lo mas rápido posible para evitar el daño que nos pudiese generar.


Esta explicación científica nos deja con un interrogante, si el miedo es tan importante, nos evita el dolor y forma parte un mecanismo que tiene millones de años de evolución, ¿por qué está tan mal visto?.


Un miedo disfuncional


En general hay un tipo de miedo, que al determinar tu comportamiento te provoca realizar acciones muy por debajo de tu eficacia natural. Me gusta decir que somos como plantas que se adaptan al contexto en el cual viven, por ejemplo, las plantas del desierto suelen tener troncos carnosos con depósitos de agua en su interior para superar las altas temperaturas, espinas para protegerse de los depredadores y una relación dureza - flexibilidad especifica para resistir los fuertes vientos. Cada una de estas cualidades representan su fortaleza y no podrían haberse desarrollado si ese contexto no estuviera repleto de amenazas.


Me gustaría llevar este concepto un poco mas lejos, la amenaza es lo que nos permite hacernos mas fuertes, pero es la experiencia lo que genera los estímulos para que nuestro cuerpo produzca lo necesario no solo para sobrevivir sino que también para crecer. Y crecer desde esta perspectiva es una construcción, nos construimos desde y en nuestro proceso experiencial en un mecanismo de estímulo y respuesta. Muchas veces el miedo nos deja en una posición donde no nos permite vivir esas experiencias, nos paraliza y nos dice que "vayamos por lo seguro" limitándonos en el camino.


A todo esto yo me pregunto ¿Qué pasaría si no hubiera miedo?.


El aspecto temerario del ser


La ausencia de miedo puede generar graves problemas para nuestra supervivencia poniéndonos en un estado "temerario" del ser. En este estado no somos conscientes de los riesgos que conllevan las experiencias y estamos abiertos a recibir muchísimo daño sin luego tener la capacidad de nutrirnos de ellas. No se trata de "no sentir miedo", sino de ser conscientes de que información nos está brindando. Antes de ir a una entrevista de trabajo es normal sentir miedo, no sabemos que va a pasar y las amenazas que contiene la experiencia son variadas.

El miedo nos lleva a ser conscientes de ellas y por ejemplo estudiar bien a la empresa, pensar en nuestras cualidades y armar un buen curriculum para de esta manera afrontar la experiencia con más fortaleza y confianza. El aspecto temerario se acercaría a esa entrevista sin haber investigado nada, hablaría de más y por ende el resultado no sería el esperado.


Una dicotomía para resolver


Esto nos deja en una dicotomía, por un lado el miedo puede ser disfuncional a nuestro crecimiento y por el otro nos da información para accionar con mas efectividad. Como lo expresé en el artículo sobre "Consciencia Emocional", a las emociones hay que regularlas y este proceso parte desde la observación de tus creencias fundamentales, conversaciones internas o pensamientos y variación de intensidades. ¿Cuánta cantidad de miedo es la correcta?, ¿Cómo hacer para no paralizarme y por el contrario no volverme temerario?.


El Miedo Funcional


Hay muchas vertientes que nos pueden ayudar a comprender y gestionar mejor esta emoción, pero me quiero centrar en 2 de ellas:


  1. El Miedo como la no aceptación de la incertidumbre.

  2. El Miedo como una desproporción entre la amenaza a la que nos enfrentamos y los recursos con los que contamos para resolverla.


El miedo como la no aceptación de la incertidumbre


¿Cuántas veces te pasó de estar en la situación donde querés hacer algo que es muy importante para vos pero no sabes cual va a ser el resultado?.


Creo que la vida misma es incertidumbre, nunca sabemos que va a pasar y eso nos da miedo. El futuro es una amenaza constante que dispara nuestros mecanismos de lucha y huida mucho antes de que las cosas sucedan.

La "sensación" de miedo sucede en el presente. Actúa como una respuesta a un estímulo que puede ser interno (pensamientos, conversaciones internas) o externo, pero siempre aparece para protegernos de una amenaza.


¿Qué pasa entonces cuando en mi presente no está pasando nada y de todas maneras siento miedo?. Esto sucede por que no es tu contexto el que está generando ese miedo sino que tu propia mente al no aceptar la incertidumbre. Este término en su etimología esta compuesto del prefijo «in» negación y del sustantivo «certidumbre» proveniente del latín tardío «certitūdo».


"La incertidumbre es en si misma la negación de la certeza", y ¿Qué pasa cuando no sabemos algo?, nos da miedo. Esto esta íntimamente relacionado con la visión que tiene el mundo sobre un concepto cotidiano, "La Ignorancia". No saber no esta muy bien visto.


Entonces ¿Cómo hacemos para crecer y desarrollarnos queriendo saberlo todo?, ¿será que es posible alcanzar el ápice máximo de sabiduría?, la verdad que no lo sé, pero no me quiero detener a intentarlo. La ignorancia nos permite hacer preguntas y hacer preguntas nos habilita a profundizar en lo existente. La emoción del asombro y en consecuencia la curiosidad son pilares fundamentales para nuestro desarrollo cognitivo, tanto es así que esta demostrado que los niños, que por supuesto saben menos cosas, tienen una capacidad de aprendizaje mucho mas elevada que los adultos.


La ignorancia nos lleva a experimentar y el miedo a ella nos permite hacerlo de manera segura y equilibrada. Cuando declaras que no sabes algo, lo que estas haciendo es abrirte a un mundo de posibilidades. "Me la pase toda la vida leyendo, pero nunca me sentí capaz de escribir, declaré que no sabía y eso me llevó a un proceso de experimentación donde mejoro cada día".


La incertidumbre, el no saber, nos lleva a comprender que las cosas nunca se van a cumplir como uno se las imagina. Si, imaginación. Imaginamos amenazas donde no las hay antes inclusive de dignarnos a vivir las experiencias. Proyectamos y anticipamos pensando que si vivimos las cosas primero en nuestra mente la experiencia va a ser mas ligera, pero el problema de esta manera es que activamos nuestros mecanismos del miedo mucho antes de que las cosas sucedan creando algunas sensaciones displacenteras como la angustia y la ansiedad que son las responsables de brindar una percepción inestable a nuestro mundo emocional.

Además de esto, lo que hacemos es encarar las situaciones con una planificación que responde a elementos del pasado y no a lo que puede suceder en el futuro, quitándonos flexibilidad y produciéndonos mas dolor en el proceso.


"En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñaran del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien preparados para un mundo que ya no existe". Eric Hoffer.


Pero entonces, desde esta perspectiva, ¿Qué hacemos con el miedo?.


  • Aceptar lo incierto.

Aceptar que el futuro siempre va a ser incierto nos habilita a vivir las experiencias desde el asombro y la curiosidad, como si fuésemos investigadores que se aventuran a terrenos desconocidos. Llevamos en nuestra mochila todos los elementos que fuimos recopilando de otros viajes, pero el mapa tenemos que irlo creando a medida que nos adentremos en lo desconocido. Cuestiónate, ¿Qué puedo aprender de esta nueva situación que me toca vivir?, ¿Qué nuevas posibilidades puede abrirme esta experiencia?. Transformá tus certezas, que no son mas que producto de tu imaginación, en preguntas. Esto puede aliviar tu miedo.


  • Desarrollar una actitud de conexión con el presente.

¿Cuáles son tus recursos para gestionar este problema hoy?, ¿Qué recursos me hacen falta para lograr un resultado óptimo?, ¿Qué cosas están bajo tu control y cuales no?. El futuro es incierto, pero podemos echar mano de nuestros elementos actuales, conocimientos, vivencias y experiencias, para encontrarnos con esa falta de certeza. Algo te puso en esta situación, intentar predecir su resultado es imposible, te recomiendo que mires las cosas como si fueran un camino, un proceso en tu construcción personal, paso a paso. Solo el hoy y el ahora están bajo tu ámbito de influencia. Tenes un exámen mañana, ¿Qué podes hacer?, estudiar, leer y prepararte. Sacarte un 10 no está bajo tu control, ser hoy un mejor estudiante, sí.


Otra cosa que puede ayudarte es dejar de medir las cosas en resultados estáticos, por ejemplo en vez de decir "quiero sacarme un 10", podes plantearlo como un intervalo, "me gustaría estar entre un 7 y un 10". De esta manera la presión de la incertidumbre baja y por ende tu sensación de angustia y ansiedad. A más posibilidades de acción, menor es la amenaza percibida y en consecuencia tu respuesta mas calmada y acertada.

  • Crear una conducta de gratitud de ese presente.

Desvalorizar tu momento presente invariablemente te lleva a considerar más el futuro como un ámbito de posibilidad. Si tu mejor opción esta en el futuro, entonces es muy probable que sientas un miedo paralizante y esperes siempre por un "futuro mejor". Esto te deja parado en el mañana. La única forma de influir en el sería que tuvieras una maquina del tiempo, pero como todos sabemos eso todavía no existe. En palabras de Heráclito, "No hay nada permanente excepto el cambio".


Tus acciones de hoy (presente) modifican tu futuro, agradecerles es el primer paso para generar confianza en el camino recorrido y en tu propio ser. La confianza reduce el miedo y lo pone en un ámbito funcional.


El Miedo como desproporción - Una perspectiva ontológica


"El miedo es una valiosísima señal que indica una desproporción entre la amenaza a la que nos enfrentamos y los recursos con que contamos para resolverla. Sin embargo, nuestra confusión la ha convertido en una emoción negativa que debe ser eliminada". - Norberto Levy.


El miedo es la sensación de angustia que aparece ante la "percepción" de una amenaza. Cabe aclarar que no existe algo así como una "amenaza universal", siempre lo es para alguien y depende de su sistema de creencias y la manera que tenga esa persona de interpretar el mundo. Todos los estímulos pasan antes por nuestro "filtro de creencias y valores" para luego generar respuestas emocionales y por ende fisiológicas. Un mar turbulento puede ser una terrible amenaza para alguien que no sabe nadar, pero deja de serlo para un marinero experto.


El miedo es un fenómeno interpretativo...


Algo muy interesante sobre las emociones es que no solo las sentimos, sino que "reaccionamos interiormente a ellas". Solemos sentir miedo por algún motivo e inmediatamente podemos experimentar vergüenza, humillación y hasta rabia por haberlo sentido. Esto quiere decir que casi siempre hay una doble reacción. Una es la disparada por el estímulo y otra por las conversaciones internas o pensamientos que generamos sobre ella.


El proceso sería el siguiente:


  1. Registro de una amenaza. (Estímulo).

  2. Reacción de miedo. (Reacción emocional).

  3. Respuesta interior a esa reacción de miedo. (Conversación interna).

En palabras de Norberto Levy; "La respuesta interior es sumamente importante por que según sea su calidad actuará atenuando o agravando el miedo original".


Cuando percibimos una amenaza se dispara una reacción emocional de miedo, a esta vamos a llamarla "Aspecto Temeroso". Este aspecto tiene su propia forma y cualidades. Esta basado en una serie de creencias y experiencias sustentados en valores que la constituyen. También se presenta con sensaciones diversas. No todos los aspectos temerosos son iguales.

Normalmente en las sesiones de coaching se trabaja este aspecto solicitando al cliente que imagine que tiene al "aspecto temeroso" enfrente suyo, como si fuera una entidad separada. De esta manera se le pregunta que siente hacia él. Las respuestas son variadas pero el común denominador es descalificador. "Lo miro y me da vergüenza, no quiero que este ahí", "me da rabia por que me está limitando a hacer todo lo que yo quiero", etc. ¿Vos como ves a tu miedo?, ¿Qué pensas de el?.


Esto nos permite ver claramente cual es la respuesta interior al miedo y es interesante. Creo que en nuestra vida cotidiana no nos paramos a "dialogar" con nuestro miedo. En psicología se usa mucho esta técnica ya que nos permite encarnar ese miedo y empatizar con él. Mirarlo a los ojos, reconocerlo para saber que tiene para decirnos. De esta manera logramos ver al miedo como una entidad con posibilidad de cambio, una entidad con la cual podemos entablar una conversación y llegado el caso a una negociación.


¿Qué tiene para decirnos el miedo?


Una vez que establecemos un dialogo con nuestro miedo, que le damos lugar, este tiene muchas cosas para decirnos. Desde una perspectiva ontológica, el miedo, es una desproporción entre los recursos que tenemos y la magnitud de la amenaza a la que nos enfrentamos. Mientras mayor sea la amenaza y menores sean los recursos, conocimientos, habilidades que dispongamos tanto mayor será nuestro miedo y viceversa. El miedo en este caso es un indicador de esta desproporción.


De esta manera el miedo no es el problema, él nos está indicando que existe un problema, lo cual es completamente distinto. Podemos relacionar esto con la "luz roja" en el tablero de control de nuestro auto, la luz no es el problema, es que nos estamos quedando sin nafta. Si no presto atención a esta advertencia es muy probable que me quede tirado y tengan que venir a asistirme.


Solemos atribuirle toda la responsabilidad de nuestro estado emocional a esa luz, cuando las cosas tienen una profundidad muy diferente.


Pero, ¿por qué actuamos así?. Porque nunca nos paramos a preguntarle al aspecto temeroso que nos quiere decir, siempre lo echamos, quisimos taparlo, asumimos que él era el problema y no nosotros y nuestras creencias. No sabemos que carencia esta señalando el miedo y por ende que hacer para asistirla.


Lo primero que me gustaría destacar en este caso es que no hay miedos injustificados, puede que desconozcamos cuales son los recursos que nos faltan para hacer frente a las amenazas, pero eso no quiere decir que esas carencias no existan.


Podría parecer absurdo sentir miedo a una cucaracha, pero cuando lo miramos con mas detenimiento nos damos cuenta que la persona que lo padece responde a la forma de huir y esconderse del insecto, con ese ritmo y velocidad que le imprime. Esta imagen suele remitirle a su aspecto temeroso y su manera desesperada de huir del mundo porque se siente indefenso. Lo que en realidad le da miedo es percibir a su aspecto temeroso por que no sabe que hacer con el. El problema no reside en la cucaracha, sino en lo que le recuerda.


"Cuando la persona aprende a asistir y fortalecer su "aspecto cucaracha" el miedo cesa". Podemos hacer como que no lo escuchamos, pero el miedo sigue ahí cada vez mas descalificado, triste en un rincón y por supuesto con mucho rencor lo que le hace salir con mas fuerza cada vez que puede para hacerse escuchar. Al no escucharlo entramos en un circulo vicioso que pronostica situaciones cada vez mas catastróficas, pero en el fondo lo hace para ser oído. Esto lleva a ataques de pánico y trastornos de ansiedad. El miedo patológico comienza siendo pequeño y se agranda cuando no le queremos prestar atención.


Este aspecto temeroso se calma cuando es escuchado con respeto y tenido en cuenta. De esta manera podemos comprender en que estado se encuentra para acompañarlo a equilibrar la relación recursos-amenaza que lo generó, transformándolo de esta manera en un colaborador vital. A este miedo le vamos a llamar "Miedo Funcional".


El miedo funcional


Gestionar nuestro miedo es entonces transformarlo de ser un miedo disfuncional a funcional.


Miedo funcional es dejar de verlo como un lastre pesado a concebirlo como una fuente de información momento a momento.


Cuando lo escuchamos con atención sabemos que tiene para decirnos y creamos una relación sana con el. Entendemos que es crucial para nuestras vidas y nos permite mejorar para hacer frente a los desafíos que se nos presenten.


"Tener miedo esconde las pistas de la solución"...


Imaginemos un semáforo donde cada luz representa un estado del miedo:


  • Rojo: Parálisis ante un estímulo, interpretación de amenazas y no de recursos, conversaciones que descalifican al aspecto temeroso, circulo vicioso y ansiedad. Miedo Disfuncional.

  • Amarillo: Evaluación de recursos existentes y faltantes. Conversación con el aspecto temeroso, ¿Qué tiene para decirnos?, ¿Cómo podemos negociar con el?. Reinterpretación de la amenaza, ¿Es realmente peligroso?.

  • Verde: Respuesta efectiva y eficiente. Ampliación de nuestra capacidad de acción efectiva y aprendizaje.

Les propongo utilizar este semáforo para identificar en que "momento" del miedo te encontrás y así poder responder con mayor eficiencia a tus desafíos...


¿Qué hacemos si el miedo se apodera de nosotros?


Si el miedo se apodera de vos y no te deja avanzar te recomiendo que sigas los siguientes pasos:


  1. Identificá con claridad que te asusta. Y dale un nombre.

  2. Observá como interpretas ese miedo. Dale una forma especifica que lo represente.

  3. Imaginá que esta delante tuyo. ¿Cuál es tu reacción emocional al verlo?, ¿Qué interpretación haces de el?.

  4. Ponete en su lugar. ¿Cómo te sentirías si pensaran todo eso de vos?.

  5. Empezá a dialogar, hacele preguntas, ¿Cómo le gustaría ser acompañado?. ¿Qué palabras y acciones necesita para sentirse ayudado y crecer?.

  6. Continuá el dialogo hasta que logres un vínculo de cooperación con el. Son miembros del mismo equipo.

  7. Intentá crear un acuerdo mutuo que te permita avanzar pero teniéndolo en cuenta.

Tal vez el acuerdo sea una retirada, pero en este caso es consciente y no producto de una reacción a un estímulo externo, se transformo en una elección responsable. Esta puede ser una opción. Como dice El I Ching al respecto "no es fácil entender las leyes de una retirada constructiva... Saber emprender correctamente la retirada no es signo de debilidad sino de fortaleza".


"En la medida en que uno se ejercita cotidianamente en el arte de llevar a cabo estar tareas psicológicas interiores, el miedo recupera su perdida dignidad original y vuelve a ser la valiosísima señal de alarma que es" , Norberto Levy.


Recapitulemos:


  • El miedo es una emoción y como tal tiene mucha información para darnos.

  • Nos prepara para sobrevivir y hacer frente a las amenazas de nuestra vida.

  • Genera una respuesta fisiológica que nos prepara para luchar o huir.

  • Es un mecanismo con millones de años de evolución.

  • Si no está puede conducirnos al "aspecto temerario del ser".

  • La idea es encontrar un punto medio donde el miedo nos mantenga seguros pero no nos limite para avanzar.

  • Esto lo podemos hacer de dos maneras, aceptando la incertidumbre o dialogando con nuestro aspecto temeroso.

  • El miedo es la no aceptación de la incertidumbre para lo cual recomiendo. Aceptar la incertidumbre, desarrollar una conexión con tu momento presente y crear una conducta de gratitud con ese presente.

  • El miedo es la desproporción entre las amenazas y los recursos que tenés para superarlas.

  • Dialogar y generar una relación sana con tu aspecto temeroso te lleva a tomar mejor decisiones y ampliar tu campo de acción efectiva.

FIN

 

Gracias por leerme, los escucho, tienen mis redes de contacto, pueden usarlas para comentarme que les hizo sentir esta reflexión y por supuesto de que temas les gustaría leer. Cualquier cosa es bienvenida. Sigamos sembrando juntos que algo lindo va a salir...


Un saludo y que tengan un lindo día.


VG - Coach.














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